Esta podría ser la razón por la que te sientes tan mal en el trabajo.

Las personas normales tienen una brújula moral. Sabemos cuándo hemos hecho el bien, y sabemos cuándo no hemos hecho lo que debíamos.
El daño moral se produce cuando hacemos, nos obligan a hacer o somos testigos de algo que va en contra de nuestras creencias fundamentales.
Piensa en esto:
-Trabajadores sanitarios que tienen que elegir entre dos personas para una UCI
-Un vendedor que promete algo a un cliente, y ve cómo su jefe no cumple esa promesa.
-Un abogado que ve cómo su empresa cobra sistemáticamente más horas de las que realmente ha trabajado.
-Un empleado que ve cómo el jefe acosa sistemáticamente a un compañero de trabajo.
-Un autónomo que olvida una reunión importante con un cliente por haber bebido demasiado la noche anterior.
-Un piloto de dron que recibe la orden de lanzar una bomba en una zona con civiles.
Como ves, hay diferentes grados de daño moral. Pero todos ellos tienen algo en común: cuando ocurren piensas: "Esto no es correcto" "Esto no es bueno" o "Esto no es justo"
El daño moral puede desencadenar una fuerte respuesta emocional. Cuanto más inmoral sea la situación para nosotros, mayor será esa respuesta. La vergüenza y la culpa pueden hacer mella en nuestra salud psicológica. Las consecuencias pueden ir desde la falta de motivación hasta una profunda depresión.
El daño moral es diferente al burn out o al TEPT, pero puede provocar síntomas como los de estos dos trastornos.