La autoestima es la necesidad humana más importante. Lo que pensamos de nosotros mismos predice no sólo nuestra felicidad, sino también nuestras posibilidades de éxito.
Así es como normalmente construimos la autoestima: Si tenemos tenemos una habilidad, podemos hacer un trabajo, y por tanto tenemos valor.
H -> R -> V
Habilidad -> Rendimiento -> Valor
Lo más probable es que inconscientemente pienses que dependes de tus habilidades para ser valioso y digno. Si tus habilidades no alcanzan tus propias expectativas, o peor aún, con las expectativas de los demás, entonces tu autoestima baja.
Esto es un problema, porque cuando tu autoestima es baja, se convierte en una profecía autocumplida: No crees que eres capaz y no crees que te mereces tener éxito, así que ¿por qué intentarlo?
Está claro, este no es el mejor modelo mental para llegar a tus metas, porque se basa en el miedo al fracaso.
En realidad, tu valor no es proporcional a tu habilidad, sino a su calidad como ser humano. Es por eso que la gente cercana a ti te aprecia. ¿Eres amable? ¿Estas siempre dispuesto a ayudar? ¿Eres generoso? ¿Eres un buen padre? ¿Un buen jefe? ¿Cuidas de tu gente? ¿De tus colegas? ¿Tus clientes? Si tu respuesta es sí, ya eres valioso!
Si reconocemos esto, podemos cambiar la ecuación poniendo el valor en primer lugar:
Valor -> Habilidad -> Rendimiento
V -> H -> R
Ya eres valioso como ser humano, así que, como todos los seres humanos, si tus habilidades son insuficientes para conseguir tu objetivo, no importa: Puedes desarrollarlas, aprender, rendir a un alto nivel y tener éxito.
Sólo necesitas trabajar en ello porque no hay más barreras mentales en tu camino hacia la meta.
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