Medios y fines

La mayoría de las empresas trabajan con el siguiente esquema de funcionamiento: Definición de objetivos (¿qué hacemos?), desarrollo de un plan para alcanzarlos (¿cómo lo hacemos?) y ejecución del plan (¡Acción!). La primera fase corresponde a la dirección, la segunda a los mandos intermedios o los técnicos y la tercera al personal.
Una vez que se plantean los objetivos por parte de la dirección, la maquinaria se pone en marcha y se comprometen TODOS los recursos: Tiempo, dinero y energía personal.
Que un operario cometa un error se puede corregir con facilidad. Que lo cometa un técnico suele salir caro. Pero, ¿Qué pasa si los objetivos no son los adecuados? Las consecuencias pueden ser catastróficas para la empresa.
¿Cómo podemos entonces minimizar el riesgo a la hora de establecer los objetivos de la empresa?
Aquí os marco algunos consejos que no estaría de más leerse antes de entrar a una reunión de management:
Dedica tiempo a definir los objetivos. Se trata de un proceso creativo, de prueba y error. En el proceso de discusión hay que dejar los egos en la puerta. Tiene que ganar la mejor idea, no el ego más grande ni la persona de mayor rango
Hazte siempre estas preguntas: ¿Porqué es importante este objetivo? ¿Hay algo más importante o urgente que este objetivo? El objetivo… ¿Es interesante para la empresa… o para mí?
No confundas medios con fines. Los objetivos han de ser claros y han de mejorar de la forma más directa posible a mejorar la situación de nuestros clientes actuales, de los clientes futuros y de la propia empresa. Una remodelación de las instalaciones es un medio, pero nunca puede ser un fin. Un objetivo sería, por ejemplo, aumentar la cuota de mercado de un hospital privado. La mejora del tráfico de pacientes para disminuir los tiempos de espera aumentaría la satisfacción del cliente, y muy probablemente con ello la cuota de mercado. Pero tal vez la remodelación del espacio no sea la mejor solución, sino un cambio en el software de gestión de citas, que además es más económico. O tal vez una campaña de publicidad, o un esfuerzo comercial extra para atraer más seguros de salud. Todo esto son medios, pero nunca el fin. Si el objetivo está claro (aumentar nuestra cuota de mercado), podemos cambiar rápidamente de medios si no dan los resultados esperados. Si nos agarramos a los medios como si fueran el fin y nos equivocamos… estamos perdidos.
¿Porqué entonces tantas empresas se centran en los medios y pierden de vista el fin?
Porque es muy fácil confundir ocupación y efectividad. Estar ocupado hace que uno se sienta útil, pero por sí solo no te lleva a ningún sitio. Estar ocupado en la actividad correcta te hace ser efectivo y te lleva directamente a tu meta. Esto se ve perfectamente en la plantilla de vendedores de una empresa de seguros. La diferencia de ventas entre las estrellas y